Todo el
mundo habla de lo importante que es reciclar, pero ¿por qué?
El reciclaje es
un proceso por el cual los materiales de desecho son sometidos a tratamientos
que permiten su transformación en nuevas materias primas o productos. Supone
por tanto un ahorro de materias primas, algunas de las cuales sólo pueden
obtenerse mediante procesos extractivos muy costosos y contaminantes.
Para
hacernos una idea, por cada tonelada de aluminio reciclado se evita extraer
cuatro toneladas de bauxita, el mineral a partir del cual se obtiene el
aluminio y cuya extracción resulta costosa y muy contaminante; y por cada dos
toneladas de plástico reciclado se ahorra una de petróleo. Así mismo, reciclar
el acero contenido en la hojalata permite reducir hasta en un
86% la contaminación atmosférica producida en el proceso de
extracción y fabricación del mismo.
Además
reciclar supone disminuir el volumen final de residuos que van a parar al
vertedero; ya que reciclar 3.000 botellas de vidrio supone 1.000 Kg de residuos
menos que van aparar al vertedero.Y por último, reciclar permite preservar
recursos naturales tan importantes como el agua, la madera, y los minerales. Ya
que cada tonelada de papel recuperado contiene tanta fibra celulósica como 4 m3
de madera, lo mismo que unos 12-14 árboles.
Reciclar
supone dar a cada residuo el tratamiento más adecuado a su naturaleza y, para
ello, los desechos deben estar agrupados y separados correctamente,
y esta tarea recae generalmente sobre el ciudadano, que habrá de depositar cada
residuo en el contenedor que le corresponda o en el punto de recogida
asignado.La correcta separación de los residuos hace que su tratamiento sea más
efectivo. Así, materiales como el vidrio, el papel, o el plástico que se
reciclan son de mejor calidad si los residuos de los cuales proceden están
limpios; y el abono orgánico obtenido por compostaje resulta más saludable para
los cultivos cuanto menos haya estado expuesto a sustancias tóxicas.
En España la
producción de residuos urbanos crece cada año, tanto que a finales de los años
90 del siglo pasado cada español originaba 1,036 kilos de basura por
día, una década después esa cifra ha subido hasta los 1,4 kilos diarios. Si
estos datos no resultan inspiradores, podríamos añadir además que reciclando
ahorras dinero, pues los residuos mezclados (en el contenedor gris) deben ser
gestionados por los ayuntamientos, que deben hacerse cargo del coste de la
recogida, transporte y tratamiento de los mismos.
Los
costes municipales de la recogida, transporte y tratamiento de los residuos
mezclados “todo en uno” suponen una parte importante de
los presupuestos anuales de nuestro ayuntamiento. Cuanto más mezclemos nuestros
residuos más dinero tendrán que dedicar a recogerlos (dinero que se quitará a
otros sectores: educación, asistencia social, parques, etc.). Los ciudadanos
pagamos una parte de la recogida de los residuos mezclados a través de
las “Tasas o impuestos municipales de basuras”. Cuanto más mezclemos
nuestros residuos más subirán estas tasas para poder hacer frente al alto coste
que les supone a los ayuntamientos.
Además el
reciclaje de residuos genera empleo, pues crea diez veces más puestos de
trabajo que su eliminación en el vertedero, según un informe publicado por Friends of hearth en 2010. Y
evitaremos también la creación de nuevos vertederos, puesto que la mayoría de
los residuos se pueden reciclar, muy pocos residuos acabarían enterrados en un
vertedero, por lo que se alarga de forma muy importante la vida útil de
nuestros desechos. Y está claro que contribuye muy favorablemente a la imagen
de nuestro entorno, creando destinos turísticos y de ocio de calidad para
nuestro propio disfrute y beneficio.
También hay
que decir que “Reducir” es mucho más importante que “Reciclar”,
ya que una política sostenible de residuos debe perseguir siempre su
minimización, por lo que la reutilización y el reciclado suponen una
recuperación de las materias primas y su reintroducción en los procesos
productivos, pero no pueden evitar que los materiales, antes o después, acaben
convirtiéndose en residuos. Por ello la mejor estrategia es la de la
prevención, especialmente aplicada a aquellos residuos de difícil
aprovechamiento,tóxicos o peligrosos. El mejor residuo será siempre
aquel que nunca llega a producirse. Es algo inminente educar en materia de
conservación a las nuevas generaciones pues son el futuro de nuestra
pervivencia, y por tanto deben aprender a respetar el entorno en el que
conviven con otras especies y seres vivos. Aplicando el método de la “Triple
R” aseguraremos nuestro futuro en un entorno digno, limpio y
saludable donde habitar, crecer y disfrutar. Y en definitiva no es algo que
resulte demasiado complicado.
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